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miércoles, 15 de junio de 2016

PEREGRINACIÓN PARROQUIAL A LA ESCALA SANTA

El próximo día 2 de julio, sábado, según el programa del 50 aniversario de la parroquia de San León Magno, está proyectada una peregrinación parroquial a la Escala Santa de Cabra de Mora con motivo del Año Jubilar de la Misericordia.


LA HISTORIA DE LA ESCALA SANTA

El origen de la Escala Santa hay que buscarlo en el palacio de Poncio Pilato en Jerusalén, por donde subió y bajó Jesucristo el Viernes Santo para ser juzgado y donde derramó su sangre a causa de las torturas que le infligieron. La tradición atribuye a Santa Elena (año 326) el traslado de dicha escala a la Iglesia de San Juan de Letrán en Roma. Actualmente se sigue venerando en un edificio aledaño a esa iglesia, llamado el Santuario Pontificio de la Escala Santa.

En el año 1713 un cura y fraile de este pueblo D. Miguel Vicente Abad Dolz Zapater (1663-1730) fue enviado por el Principal General de Cataluña a Nápoles (Italia), donde desarrolló labores como Calificador del Santo Oficio. Igualmente fue confesor de cardenales y obispos en el Vaticano en Roma. Durante los casi veinte años que estuvo por esas tierras, no tuvo otra obsesión que hacer una réplica de la Escala Santa de Roma en su pueblo natal. Para ello no escatimó esfuerzos en recoger dinero para sufragar la obra, reliquias, cuadros, esculturas, etc. que pudieran enaltecer el proyecto. Trajo 228 reliquias de santos y papas, pero casi todo ese patrimonio fue quemado durante la Guerra Civil. Actualmente se conservan algunas en varios relicarios instalados en la capilla superior.

Para conseguir su empresa, no dudó en ganarse la amistad de cardenales muy influyentes e incluso del Papa Benedicto XIII, de los que consiguió que la Bula de 11 de Julio de 1725 que emitió dicho papa y que otorgaba muchos beneficios religiosos e indulgencias a la iglesia de San Juan de Letrán, los tuviera también su ermita en Cabra de Mora. De ahí, que en la época que hablamos, se considerara a estos dos espacios lugares muy santos, con más indulgencias que el Santo sepulcro de Jerusalén o la catedral de Santiago de Compostela.

Nuestro más insigne personaje también fue promotor de la construcción de la iglesia parroquial y benefactor de otras iglesias a las que dio reliquias o joyas, como a las de Valbona, Mora, Alfambra, Sarrión, Alcalá, El Castellar, Galve, Linares, El Pobo, Formiche, etc. En parte en agradecimiento, ya que también fueron donantes para la construcción de la Escala.


LA INDULGENCIA

“Siete años de indulgencia gana el fiel arrodillado, de la escala cada grado suba con gran reverencia con la misma diligencia, en llegando al lugar santo, del sancta sanctorum, tanto es lo que puede ganar, que no se puede contar por ser infinito el cuanto.”   Benedicto XIII. Año 1725.

Para ganar dichas indulgencias, la Escala de mármol negro debe de subirse de rodillas sin tocar los escalones con las manos ni la punta de los pies.

La indulgencia plenaria consiste en la eliminación total del pecado, ya que cuando el fiel comete un pecado mortal y tras arrepentirse y confesarse, siempre le queda, digamos, una mancha en el alma. La indulgencia nos coloca ante Dios como un recién nacido.

ERMITA ESCALA SANTA

La ermita de la Escala Santa es un edificio barroco, construido en piedra de mampostería y sillarejo, formado de dos plantas que se encuentra junto a la Iglesia parroquial (Basílica de 2ª categoría) de San Miguel Arcángel. Está datada en 1730.

Este conjunto arquitectónico fue declarado Bien de Interés Cultural el 2 de octubre de 2001 por el gobierno de Aragón a causa de su singularidad artística.

En la primera planta está el Baptisterio de San Juan Bautista, formado por una nave cuadrada cubierta con bóveda de crucería. En su portada, entre un gran óculo y la puerta principal formada por un arco de piedra de medio punto, se halla una inscripción, de la época del papa Benedicto XIII, por la que se otorga el perdón de sus culpas y delitos a los que recen ahí.

En la segunda planta se ubica la Escala Santa. Consta de una nave principal donde hay instalada una escalera y en su parte superior una capilla central y a los lados de ésta unas pequeñas habitaciones. Esta escalera de 28 escalones es de mármol negro en el centro y la flanquean otras dos de piedra arenisca, separadas por un barandado de madera.

CONJUNTO ARQUITECTÓNICO DE LA IGLESIA PARROQUIAL Y LA ERMITA


En su fachada principal destaca la puerta de acceso rodeada por un arco de piedra de medio punto, un escudo nobiliario de fina talla perteneciente a uno de los promotores de la obra, el Marqués D. Pedro Felipe Ansaldo de Miranda y Ponce de León y una leyenda en piedra donde explica los beneficios espirituales a los que suban la Escala de rodillas. Es de subrayar la belleza de la espadaña en piedra que remata la fachada, donde alberga una campana.

El techo de la nave y las paredes se encuentran decoradas de pintura mural con escenas que representan La Pasión de Jesucristo, a la vez que profusas decoraciones vegetales de estilo Rococó, que enmarcan y ensalzan esas escenas.


Se conservan las planos de construcción, provenientes de Italia y el maestro de obras fue Pedro Ferrer.

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