EL
JUBILEO DE LA MISERICORDIA CONSAGRA A LA IGLESIA COMO "HOSPITAL DE
CAMPAÑA"
Francisco se reunió con
migrantes, niños hospitalizados, ancianos, enfermos, toxicómanos,
prostitutas...
La
palabra tiene un carácter central para un papa que aboga constantemente por
"una apertura a todas las situaciones personales"
El papa Francisco clausura el domingo el Jubileo
de la Misericordia, una palabra clave para comprender un pontificado
centrado en una mayor apertura de la iglesia católica y el deseo de recuperar a
los creyentes que han desertado.
"Es el papa de la
misericordia" explica Andrea
Tornielli, vaticanista de la Stampa que publicó un libro de entrevistas
sobre el tema. La palabra tiene un carácter central para un papa que aboga
constantemente por "una apertura a todas las situaciones personales".
Jorge Bergoglio se inspira en su larga experiencia como
sacerdote confesor en Argentina. "¿Quien
soy yo para juzgar?" había dicho en efecto, pocos meses después de
su elección, al referirse a los homosexuales.
El papa, que se confiesa regularmente, afirma sentirse él
mismo "pecador", más que lospresos
que suele visitar en la cárcel. A
principios de noviembre, un millar de detenidos fueron invitados al Vaticano a
pasar la puerta santa de la basílica de San Pedro y confesarse.
Y por primera vez en este año, varias puertas santas
fueron abiertas en todo el mundo, en catedrales, santuarios, campos de
refugiados, cárceles... El papa había abierto personalmente la primera
en Africa, en Bangui.
Todas
fueron cerradas de nuevo el 13 de noviembre, salvo la de la basílica de San
Pedro, que será cerrada el domingo.
Este
Jubileo iniciado el 8 de diciembre de 2015 estuvo marcado, como lo quiere la
tradición, por distintas celebraciones, así como por gestiones del papa para
estar cerca de los que más sufren.
Así, se reunió con migrantes, niños
hospitalizados, ancianos, enfermos, antiguos toxicómanos, antiguas prostitutas...
"Su
actitud de diálogo no quiere decir que la Iglesia acepta ahora todo, y no
conserva sus valores" advierte Tornielli. Se trata para el papa de un
vector de "evangelización" explica.
Desde su primer viaje al extranjero, a Brasil en julio de
2013, el papa jesuita analizó ante los obispos el creciente desafecto de una
Iglesia demasiado distante y rígida. Para él, los sacerdotes deben acercarse a
los hombres y no convertirse en simples guardianes de una doctrina inmutable. La Iglesia es "como un hospital de
campaña" suele decir
Francisco.
Todo
ello ha irritado a algunos círculos católicos, que observan con desconfianza a
un papa acusado de "demagogia".
La misericordia ha sido un elemento central
en la Iglesia, recordando que el propio Jesús había perdonado a la mujer
adúltera. Juan Pablo II había creado por su parte una fiesta de la
misericordia.
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