..Hoy reflexionamos sobre la esperanza cristiana
como fuerza de los mártires. Cuando, en el Evangelio, Jesús envía a sus
discípulos en misión, no los ilusiona con quimeras de fácil suceso; al
contrario, les advierte claramente que el anuncio del Reino de Dios implica
siempre una oposición. Y usa incluso una expresión extrema: «Serán odiados –
odiados – por todos a causa de mi Nombre» (Mt 10,22).
...Los cristianos
son pues hombres y mujeres “contracorriente”. Es normal: porque el mundo está
marcado por el pecado, que se manifiesta en diversas formas de egoísmo y de
injusticia, quien sigue a Cristo camina en dirección contraria. No por un
espíritu polémico, sino por fidelidad a la lógica del Reino de Dios, que es una
lógica de esperanza, y se traduce en el estilo de vida basado en las
indicaciones de Jesús.
...La única
fuerza del cristiano es el Evangelio. En los momentos de dificultad, se debe
creer que Jesús está delante de nosotros, y no cesa de acompañar a sus
discípulos.
...En definitiva,
“quien se deja atraer por este vínculo de amor y de vida con el Señor Jesús, se
convierte en su representante, un ‘embajador’ suyo, sobre todo con el modo de
ser, de vivir. Al punto de que Jesús mismo, enviando a sus discípulos en
misión, les dice: ‘Quien os acoge, me acoge a mí y quien me acoge a mí, acoge
aquél que me ha enviado’”.
Papa Francisco
semana del 3 al 9 de julio 2017
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