Fiesta:
12 de Septiembre


María venía al mundo con la
misión más alta, ser Madre de Dios, y, sin embargo, no le cambia el nombre. Se
llamará, simplemente, MARIA, el nombre que tenía, y cumple todos esos
significados, pues como Reina y Señora la llamarán todas las generaciones.
María, joven, mujer, virgen, ciudadana de su pueblo, esposa y madre, esclava
del Señor. Dulce mujer que recibe a su niño en las condiciones más pobres, pero
que con su calor lo envuelve en pañales y lo acuna. María valiente que no teme
huir a Egipto para salvar a su hijo. Compañera del camino, firme en interceder
ante su hijo cuando ve el apuro de los novios en Caná, mujer fuerte con el
corazón traspasado por la espada del dolor de la Cruz de su Hijo y recibiendo
en sus brazos su Cuerpo muerto. Sostén de la Iglesia en sus primeros pasos con
su maternidad abierta a toda la humanidad. María, humana. María, decidida y
generosa. María, fiel y amiga. María fuerte y confiada. María, Inmaculada,
Madre, Estrella de la Evangelización.
No hay comentarios:
Publicar un comentario