Lucas 2, 1-14
Esto os servirá de señal:
Encontraréis a un NIÑO recién nacido…
Acércate a Belén,
A esos lugares donde el Hijo de Dios
acampa
Sin derechos, ni palabras, ni tierra.
Aproxímate y escucha su Palabra.
Embelésate con su ternura.
Deja contagiar de su luz.
De rodillas, como los pastores y
los Magos,
como María y José,
aquí estoy porque creo en ti.
Tú, Niño Dios, traes de lo Alto
la alegría y la belleza
a nuestra tierra de pobreza y dolor.
Abro la puerta de casa para verte y
adorarte
y eres tú quien me abres a la vida,
al corazón de Dios
y al futuro que me brindas
Rezar en Adviento: Una esperanza que no
falla. Ciclo C
Editorial CCS
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