Para muchos el amor a la
Virgen se convierte en verdadero camino por el que encontraron y encuentran a
Jesucristo
La Virgen del Rocío,
también conocida como "Blanca Paloma" o "La Reina de las
Marismas". Es una de las advocaciones más
populares en toda España. Famosa por sus romerías. Le cantan a la "Blanca
Paloma".
La devoción a la SANTÍSIMA
VIRGEN DEL ROCÍO ciertamente constituye, por su tradición y su contenido
espiritual, un cauce extraordinario de espiritualidad cristiana. La experiencia
lo demuestra el testimonio de tantas personas que han desarrollado y vivido su fe
por este camino.
Para muchos el amor a la
Virgen se convierte en verdadero camino por el que encontraron y encuentran a
Jesucristo. Ante Ella, han llorado sus pecados, reciben la Eucaristía,
confiesan sus culpas, escuchan la Palabra de Dios y oran fervientemente. Más
aún, han quedado definitivamente ligados a Dios y comprometidos con su fe
cristiana.
Muchas personas han
encontrado en ambientes rocieros la mano amiga, la verdadera fraternidad, y han
descubierto en la Iglesia una familia de fe, pero de una fe festiva y gozosa,
el servicio al hermano y la alegría de compartir con el que sufre.
Otros han encontrado en
esta advocación, Virgen de Pentecostés, además de su entrañable Madre, el
modelo perfecto de fe para su vida cristiana. Más aún, han descubierto el papel
fundamental del Espíritu Santo en la vida del creyente al contemplar la acción
del mismo Espíritu en la vida de la Virgen María, Virgen del Espíritu Santo.
La fuerza espiritual que
tiene la devoción a la Santísima Virgen de nuestro pueblo, su poder de
convocatoria, y las grandes posibilidades que ofrece para una auténtica
evangelización está revelando que esta expresión de religiosidad Mariana no es
un simple fenómeno socio-cultural, sino una realidad de fe y de gracia
extraordinaria dada por Dios generosamente como medio de salvación y
santificación a esta tierra de María Santísima. Solo una mirada profunda de fe
nos hará descubrir la verdad del Rocío.
Todas las Hermandades
Rocieras tienen prácticas religiosas durante todo el año, dirigidas por su
Capellán como la celebración de la Misa semanalmente, rosarios, etc. que dan
testimonios de que la vida del rociero no es más que la vida de un cristiano
que intenta acercarse a Dios a través de su madre y todo ello con el talante
alegre de nuestra tierra.
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