PRESBITERO Y DOCTOR DE LA IGLESIA
"Qué podemos aprender de San
Jerónimo? Pienso en particular en esto: amar la Palabra de Dios en la Sagrada
Escritura.
San Jerónimo dice: “Ignorar las
Escrituras es ignorar a Cristo”.
Por lo tanto, es muy
importante que todos los cristianos vivan en contacto y en un diálogo personal
con la Palabra de Dios que nos es dada en la Sagrada Escritura.
Nuestro diálogo con Él siempre debe
tener dos dimensiones: por un lado, debe ser un diálogo realmente personal,
porque Dios habla con cada uno de nosotros mediante la Sagrada Escritura y
tiene un mensaje para todos.
Debemos leer la Sagrada Escritura no
como una palabra del pasado, sino como una palabra de Dios que también nos
habla: debemos esforzarnos por comprender aquello que el Señor quiere decirnos.
Pero para no caer en el
individualismo, debemos tener en cuenta que la Palabra de Dios se nos da precisamente
para construir comunión, para
unirnos en la verdad de nuestro camino hacia Dios.
Por tanto, a pesar de ser una palabra
personal, también es una palabra que construye una comunidad, que construye la
Iglesia.
En consecuencia, tenemos que leerla
en comunión con la Iglesia viva.
El lugar privilegiado de lectura y
escucha de la Palabra de Dios es la liturgia, en la que, celebrando la Palabra
y haciendo presente el Sacramento del Cuerpo de Cristo, nos damos cuenta de la
presencia de la Palabra en nuestra vida y la hacemos presente entre nosotros.
No debemos olvidar nunca que la
Palabra de Dios trasciende el tiempo.
Las opiniones humanas van y vienen.
Aquello que hoy es muy moderno será
mañana muy antiguo.
Por el contrario, la Palabra de Dios
es una palabra de vida eterna, nos trae la eternidad, que es para siempre.
Llevando en nosotros la Palabra de Dios, llevamos en nosotros lo que es eterno: la vida eterna».
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