PÁGINA PRINCIPAL

martes, 24 de diciembre de 2024

MISA DEL GALLO


Is 9, 1-6; Sal 95, 1- 2a. 2b-3. 11-12. 13; Tit 2, 11-14; Lc 2, 1-14

 

Las seculares lecturas de la Noche de Navidad tienen como centro el anuncio angélico: "No temáis, os traigo una gran alegría (...) hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, el Me sías, el Señor".

La señal es el Niño fajado y recostado en un pesebre.

La narración       de Lucas tiene ya como trasfondo la Re surrección del Señor.

En el icono de la       Navidad, el niño, envuelto en pañales, aparece en el fondo de la cueva oscura  para significar el sepulcro.

Los pañales prefiguran ya el sudario del Señor en el sepulcro.

En un evento y en otro se hace  presente la teofanía angélica.

Tanto el nacimiento como la Resurrección del Señor son motivo de una gran alegría.

Uno y otro deben ser anunciados.

La doxología mayor de la Misa comienza con las palabras que los ángeles    cantaron en la primera noche de Navidad.

El nacimiento del Señor es la aparición, la epifanía gloriosa de Jesucristo, gran Dios y Salvador nuestro, segunda lectura, y el pueblo que caminaba en las  tinieblas, la historia de los hombres, vio una luz grande, primera lectura.

Los Salmos reales del "cántico nuevo", 95, 96 y 97, resuenan exultantes en las tres Misas de Navidad.

Los fieles, "laeti et triumphantes", adoramos al Señor que por nosotros  ha nacido en Belén de Judá.

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario