Señor y Dios mío, en quien
creo, en quien espero, a quien amo más que a todas las cosas, te doy gracias
por haberme creado, redimido, hecho cristiano y conservado en este día. Dame
luz y gracia para conocer mis pecados y arrepentirme de ellos.
Te adoro, Dios mío, postrado
con profunda humildad ante tu presencia soberana. Creo en ti, porque eres
Verdad infalible. Espero en ti, porque eres Bondad infinita, fiel a tus
promesas. Te amo con todo mi corazón, porque eres sumamente amable, y amo a mi
prójimo como a mí mismo por amor a ti.
EXAMEN DE CONCIENCIA
El fin del examen no es angustiarse
con las culpas sino reconocerlas con seriedad y confianza en Dios para
confesarlas sabiendo que seremos perdonados. Todo el proceso se mueve en la
misericordia infinita de Dios manifestada en Jesucristo.
El examen de conciencia que has de hacer siempre antes de acostarte,
todos saben que se hace de este modo:
– Se dan gracias a Dios de habernos conservado aquel día
– Se examina como hemos vivido en todas las horas de él, considerando, para hacer esto más fácilmente, en donde, con quienes y en que ocupación hemos estado.
– Si se halla haber hecho algo bueno, se dan gracias a Dios; si, por el contrario, se ve que hemos cometido alguna falta en pensamientos, en palabras o en obras, se pide perdón a la Divina Majestad, con resolución de confesarse de ello a la primera ocasión, y de procurar enmendarse.
– Se encomienda después a la divina Providencia el cuerpo, el alma, la Iglesia, los parientes y los amigos, pidiendo a nuestra Señora, al ángel custodio y a los santos que velen sobre nosotros y por nosotros,
ORACIÓN DE SAN BERNARDO
Acordaos, oh piadosísima Virgen
María, que jamás se oyó decir que ninguno de los que han acudido a vuestra
protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido
abandonado de Vos.
Animados con esta confianza, a
Vos también acudimos, oh Madre, Virgen de las vírgenes, y gimiendo bajo el peso
de nuestros pecados, nos atrevemos a comparecer ante vuestra presencia
soberana.
Oh Madre de Dios, no
despreciéis nuestras súplicas, antes bien escuchadlas y acogedlas benignamente.
Amén.
HIMNO DE COMPLETAS
oh
Cristo, día y fulgor,
Tú que
eres Luz de Luz,
de los
justos resplandor.
Custódiame
esta noche
con tu
amor y con tu paz,
en ti
hallemos el descanso,
dulces
horas de solaz.
Si el
sueño cierra los ojos,
te
contemple el corazón;
proteja
tu suave mano
a
cuantos te aman, Señor.
Rechaza
a nuestros rivales,
guárdanos,
oh Defensor,
gobierna
a todos los hombres
que tu
Sangre redimió.
A ti,
Cristo, Rey clemente,
y a ti,
Padre Creador,
con el
Espíritu Santo
se
tribute siempre honor.
Amén.
Ángel de mi guarda, dulce compañía
no me dejes sólo ni de noche ni de día
hasta que descanse en los brazos de
Jesús, José y María.
Jesucristo de mi vida, eres niño como yo,
por eso te quiero tanto y te doy mi corazón.
Tuyo es; mío no.
Tómalo.
por eso te quiero tanto y te doy mi corazón.
Tuyo es; mío no.
Tómalo.
Jesús, José y María,
os doy el corazón y el alma mía. Jesús, José y María, asistidme en mi última
agonía.
Jesús, José y María,
con vos descansen en paz el alma mía.
Visita, Señor, esta habitación, y aleja de ella las insidias del
enemigo; que tus santos ángeles habiten en ella y nos guarden en paz y que tu
bendición esté siempre con nosotros. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
El Señor todo poderoso nos
conceda una noche serena. Amén.
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