Palencia 17 de
noviembre de 2016
Querida Iglesia de Teruel y
Albarracín, recibid mi saludo de hermano que hago extensivo a todas las
personas que compartís esta tierra aragonesa, que ya sueño como mía.
Estoy en las manos de Dios y en vuestras manos. Vivo con la convicción de que
nuestro Dios es ternura.
Mi deseo más profundo es
ofreceros mi vida, compartir mi fe y trasmitir mi alegría.
Doy gracias al Papa Francisco por
enviarme entre vosotros como pastor. Tengo mucho que aprender, os seguro que
por mi parte, pondré todo el esfuerzo del que sea capaz. Desde que me fue
confiada su decisión no he hecho otra cosa que pensar y orar por vosotros,
también durante las noches.
Voy hacia vosotros desde mi
querida Diócesis de Palencia, la tierra del mártir y beato Anselmo Polanco,
vuestro obispo, y creedme, desde el día 31 de octubre que acepté esta misión,
me he encomendado a él, con vosotros, todos los días.
Envío un saludo de comunión a
nuestro Arzobispo de Zaragoza, y a los obispos, de Huesca, Tarazona y
Barbastro-Monzón. A todos os siento hermanos, compañeros y amigos. Así mismo
envío un cordial saludo al Cardenal Santos Abril; a don Victorio Oliver,
Obispo emérito de Orihuela-Alicante; a don Joaquín Gimeno, Obispo de Comodoro
Rivadavia en Argentina; hijos de las tierras turolenses.
Quiero tener un recuerdo
agradecido al Obispo D. Carlos Escribano, mi predecesor, (también a los
anteriores obispos: D. Damián, D. Antonio y D. José Manuel) y sobre todo a D.
Alfonso Belenguer, Administrador Diocesano, durante estos últimos meses, así
como al Colegio de Consultores.
Soy de todos y para todos y estoy
aprendiendo a amaros.
En estas casi tres semanas que he
tenido que vivir en silencio, de alguna manera, todos habéis pasado por mi
corazón: familias, ancianos, jóvenes y niños, religiosas y religiosos,
seminaristas, diácono y sacerdotes. Además he pensado en todos los que habéis
tenido que salir de vuestra tierra para mejorar la vida, porque sé que sois
parte de ella aunque viváis fuera. También he unido mi oración a la vuestra,
sobre todo por aquellos que vivís en mayor dificultad o con una angustia
vital.
¿Cómo podré ser un Buen Pastor
con todos?
Podréis comprender que estos días
me haya alimentado de todas las noticias de vuestra diócesis y de vuestro
pueblo. Me he interesado por las autoridades y sus proyectos, me fascina la
cultura en todas sus expresiones y, sobre todo, los esfuerzos que hacéis por
dar a conocer esta tierra aragonesa. He visitado páginas sobrevolando
vuestros campos y vuestros pueblos y tantos y tantos enclaves de ensueño (no
hace muchos meses estuve en Albarracín) y he buceado en vuestra historia
eclesiástica y civil, para así poder echar raíces y ser uno de vosotros.
Queridos todos, como uno de los
caminantes de Emaús, me acerco a vuestra Iglesia, me arde el corazón y
desbordo de alegría en Cristo resucitado que nos acompaña en el camino y se
queda con nosotros, porque así se lo hemos pedido.
Aquí me tenéis, estoy con los
brazos abiertos y me echo a los vuestros. Rezad ya por mí, yo lo estoy
haciendo por todos vosotros. Hasta pronto.
CARTA DE NUESTRO ADMINISTRADOR
DIOCESANO
POR EL NOMBRAMIENTO DE D. ANTONIO GÓMEZ CANTERO
Queridos hermanos:
Con gran gozo comunico la noticia esperada: El Santo Padre ha
nombrado Obispo de Teruel y de Albarracín a D. Antonio Gómez Cantero en la actualidad Vicario General
de la diócesis de Palencia.
Damos gracias al Señor y a nuestra madre la Iglesia que procura
siempre los buenos pastores que necesita el Pueblo de Dios.
A nuestro Obispo lo recibimos con fe como enviado por el Señor y sucesor
de los apóstoles, y con todo afecto y cariño al que va a entregar su vida por
nuestra iglesia diocesana.
Esperando verle pronto entre nosotros te ruego que comuniques la
noticia a los fieles y se eleven oraciones de acción de gracias.
Con este motivo tan gozoso recibe un cordial saludo.
D. Alfonso Belenguer Celma
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