Hoy, 24 de agosto, se cumplen 455 años de
la fundación, por parte de santa Teresa de Jesús y cuatro compañeras, del
convento de carmelitas descalzas de San José, en la ciudad de Ávila. Allí
comenzó la aventura de esta familia que hoy está extendida por el mundo entero.
Cuando
lo recordaba, definía
aquel monasterio como "un portalico de Belén". Lo mismo dice al
hablar de las casas de Medina del Campo (para monjas) y de Duruelo (para
frailes).
Para santa Teresa, sus conventos tenían
que ser como "palomarcicos de la Virgen María". Casas sencillas donde
se pudiera vivir una vida descomplicada, teniendo como norma el evangelio,
sirviendo al Señor con gran libertad de espíritu y alegría.
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