La queja se ha
convertido en el recurso privilegiado a la hora de comunicarnos en nuestro
tiempo. Pero no basta afrontar los problemas lamentándonos. A menudo el que se
queja contribuye activamente a alimentar el clima de negatividad que impregna
nuestra sociedad. También las familias y el ambiente laboral sufren esta lacra.
Pongamos de nuevo la confianza, la responsabilidad y la competencia en el
centro de nuestras vidas. A través de anécdotas, ejercicios y estrategias de
crecimiento personal y social, este libro reforzará nuestra autoestima y la
motivación para no caer en la trampa del victimismo.
¿Quieres respirar un
aire nuevo? ¿Buscas la serenidad y calma necesarias para afrontar mejor los
obstáculos e imprevistos de la vida? No caigas en la trampa del victimismo.
Llena tu vida de entusiasmo, gratitud y responsabilidad, para desarrollar tus
potencialidades y la alegría de vivir. Aun reconociendo las dificultades, no
creo que puedas encontrar solución a las mismas en las quejas, sino en el deseo
de mejorar. Deja, por tanto, de quejarte y cambia a mejor tu vida y la de los
demás.
«Las quejas son un
agujero negro en el que se desintegra la energía».
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