PÁGINA PRINCIPAL

viernes, 16 de noviembre de 2018

CULTIVAR RELACIONES DE COMUNIÓN Y FRATERNIDAD





Para casarse ¡no basta con celebrar la boda! Es necesario hacer un camino del yo al nosotros, de pensar solo a pensar en dos, de vivir solo a vivir en dos: es un buen camino, es un camino hermoso. Cuando llegamos a descentralizarnos, entonces todo acto es conyugal: trabajamos, hablamos, decidimos, encontramos...

...A partir de su fidelidad, de su ternura, de su generosidad, miramos con fe al matrimonio y a toda vocación y comprendemos el sentido pleno de la sexualidad. La criatura humana, en su inseparable unidad de espíritu y cuerpo y en su polaridad masculina y femenina, es una realidad muy buena, destinada a amar y a ser amada...

...El cuerpo humano no es un instrumento de placer, sino el lugar de nuestra llamada al amor y en el amor auténtico no hay espacio para la lujuria y para su superficialidad. ¡Los hombres y las mujeres se merecen más que eso! Por lo tanto, la Palabra «No cometerás adulterio», aunque expresada en forma negativa, nos orienta a nuestra llamada original, es decir, al amor nupcial pleno y fiel, que Jesucristo nos reveló y donó. (cf. Romanos 12, 1). 

Hay un solo Señor y ese Señor es “nuestro” en el sentido de que él está vinculado a nosotros con un pacto indisoluble, nos amó,  nos ama y nos amará por siempre. De esta fuente proviene el doble mandamiento para nosotros: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.[…] Amarás a tu prójimo como a ti mismo “(v. 30-31).

Amar a Dios es vivir de él y para él, por lo que es y por lo que hace. Y nuestro Dios es donación sin reservas, es perdón sin límites, es una relación que promueve y crece...

...Amar a Dios significa invertir tus energías todos los días para ser sus colaboradores en servir a nuestro prójimo sin reservas, en buscar perdonar sin límites y en cultivar relaciones de comunión y fraternidad.

Papa Francisco

No hay comentarios:

Publicar un comentario