Virgen
de la Almudena,
Madre
y Señora nuestra,
que
estuviste oculta
en
las murallas del viejo Madrid
y
te nos manifiestas ahora
como
Madre de inmensa ternura
con
filial devoción.
Tu
nombre de Almudena
hace
referencia a fortaleza;
danos
constancia firme
para
vivir siempre seguros
en
la fe de la Iglesia.
Mantén
vivo nuestro amor
y
fuerte nuestra esperanza,
para
que ningún obstáculo
pueda
desviarnos
del
camino de la salvación.
Llena
con tu presencia maternal
la
dura soledad de los que sufren.
Acoge
con tu amor
las
súplicas de tus hijos.
Abre
nuestros corazones
a
la alegría del Espíritu.
Como
excelsa Patrona de Madrid
bendice
y protege a quienes
veneran
con amor tu nombre santo
y
el de tu Hijo.
Que
vive y reina
por
los siglos de los siglos.
Amén.
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