Nuestra
Señora del Sagrado Corazón de Jesús, abogada de las causas difíciles y
desesperadas
ORACIÓN:
Acuérdate Nuestra
Señora del Sagrado Corazón,
de las maravillas que Dios hizo en ti.
Te escogió como Madre de su Hijo
a quien seguiste hasta la cruz.
Te glorificó con Él, escuchando con agrado
tus plegarias por todos los hombres.
Llenos confianza en el amor del Señor
y en tu intercesión, venimos contigo
a las fuentes de su corazón
de donde brotan para la vida del mundo,
la esperanza y el perdón,
la fidelidad y la salvación.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón:
Tú conoces nuestras necesidades,
habla al Señor por nosotros y por todos
los hombres.
Ayúdanos a vivir en su amor,
para eso, alcánzanos las gracias
que le pedimos
y las que necesitamos.
Tu petición de Madre es poderosa:Que Dios responda a nuestra esperanza.
de las maravillas que Dios hizo en ti.
Te escogió como Madre de su Hijo
a quien seguiste hasta la cruz.
Te glorificó con Él, escuchando con agrado
tus plegarias por todos los hombres.
Llenos confianza en el amor del Señor
y en tu intercesión, venimos contigo
a las fuentes de su corazón
de donde brotan para la vida del mundo,
la esperanza y el perdón,
la fidelidad y la salvación.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón:
Tú conoces nuestras necesidades,
habla al Señor por nosotros y por todos
los hombres.
Ayúdanos a vivir en su amor,
para eso, alcánzanos las gracias
que le pedimos
y las que necesitamos.
Tu petición de Madre es poderosa:Que Dios responda a nuestra esperanza.
¡Ntra. Señora del Sagrado
Corazón, rogad por nosotros!
ACTO DE CONSAGRACIÓN A
NTRA. SRA. DEL SAGRADO CORAZÓN:
¡Oh Nuestra Señora del
Sagrado Corazón!, Madre de la divina misericordia, puerta del Cielo,
dispensadora de los dones de Dios. Vedme aquí postrado a vuestros pies. Puesto
que Vos sois la consoladora do los afligidos, la salud de todos, sed también mi
consuelo, mi refugio y mi salud.
A Vos se os invoca como la
confianza de los justos, la esperanza de los desesperados, la fuerza de los
débiles y la paz de los corazones agitados.
A Vos dirijo, iOh tierna
Madre mía!, mis suplicantes miradas, y me pongo desde ahora y para siempre
jamás bajo vuestra poderosa y maternal protección.
A Vos consagro mi espíritu
con todos sus pensamientos, mi corazón con todos sus afectos; en una palabra,
mi ser todo entero.
¡Oh Nuestra Señora del
Sagrado Corazón!, venid en socorro mío.
Alejad de mí al demonio con
sus asechanzas; haced que yo ame a Dios sobre todas las cosas, que le sirva
fielmente y que tenga la dicha de morir en su santo amor para reinar
eternamente con Vos en su gloria. Así sea.
¡Nuestra Señora del
Sagrado Corazón, rogad por nosotros!
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