EL BELÉN DE SAN PEDRO SE TRASLADA AL CLAUSTRO
Y
GANA EN BELLEZA Y VISTOSIDAD
La belleza y
espectacularidad del belén de San Pedro se ensalza este año más que en sus doce
ediciones anteriores gracias a su cambio de ubicación
Más de 500 figuras conforman
el espectacular nacimiento fruto de un equipo de voluntarios
La belleza y
espectacularidad del belén de San Pedro se ensalza este año más que en sus doce
ediciones anteriores gracias a su cambio de ubicación. Desde el pasado jueves,
día de la Inmaculada, cuando fue bendecido por el rector de la iglesia de San
Pedro, Blas Sanz, el público puede disfrutar con más comodidad de su visita, en
el claustro de la iglesia.
Para
acondicionar esta nueva ubicación el esfuerzo del equipo de voluntarios, que
año tras año hace posible este nacimiento, ha sido mayor pero ha merecido la
pena.
Más
de 500 piezas y un recorrido lineal de 32 metros, más del doble de la anterior
ubicación, hacen de San Pedro un punto obligado de visita para estas fiestas.
Para disfrutarlo hay que acceder por los jardines, cuyos accesos están en las
calles Bartolomé Esteban y Caracol, todos los días por las tardes, de 17 a 19
horas, y los festivos también por la mañana, de 11 a 13 horas, hasta el domingo
8 de enero.
La
minuciosidad y la cantidad de detalles son dos de las principales
características de este belén, que se puede recorrer por los cuatro lados del
claustro, siguiendo un orden establecido, que permiten observar los diferentes
misterios del nacimiento e infancia de Jesús, desde los esponsales de la virgen
María hasta el encuentro de Jesús en el templo con los doctores de la iglesia,
incorporada este año.
Como
en ediciones anteriores, los monumentos y principales edificios de la ciudad se
han incorporado al belén. Así, el templo de Jerusalén es una reproducción del
propio claustro. La escalinata es otra de las piezas turolenses, que se
incorporó el pasado año y repite en esta edición.
Detrás
de estas piezas, está el artesano José Horreo, que este año ha regalado a este
belén un nuevo portal. Es la maqueta de un edificio en piedra, medio derruido,
pero cuyo interior hace un guiño a la iglesia de San Pedro. El propio artesano
invita a mirar dentro y se puede comprobar que el techo del portal reproduce el
azul estrellado del templo turolense. También, aparecen reproducciones de tres
capillas de esta iglesia.
Otra
de las novedades de este año es el río natural, de diez metros, que ocupa parte
de la instalación. En el otro lado se mantenido el río que había en las
anteriores ediciones. El sonido del agua es así otro de los atractivos del
belén.
Su
diseñador y director, Juan Cercós, explicó que al contar con este nuevo
emplazamiento se ha podido dotar de mayor espacio a las diferentes escenas que
se representan, que por un lado, recogen los diferentes misterios del
nacimiento de Jesús y por otro, reflejan cómo era Belén hace más de 2.000 años.
Para
recrear ese ambiente se han incorporado dos figuras articuladas nuevas: la
lavandera y un niño con un carro tirado por un burro. En total, hay 18
repartidas por todo el nacimiento. También se han acondicionado varias fuentes
nuevas, una de ellas con una cascada de agua. Otras incorporaciones son una
casa en Belén, un vendedor de cestas, pastores y animales como el toro cárdeno
y las vacas o figuras de egipcios por el desierto.
Pero
sin duda una de los principales cambios con respecto a otros años -cuando el
belén ocupó diferentes lugares en el interior de la iglesia como el coro o la
capilla de la Inmaculada- es la posibilidad de visitarlo con luz natural, la
que entra al claustro, y que se completa con una instalación que reproduce un
cielo iluminado con estrellas por la noche. Para evitar que el nacimiento se
estropee, se la colocado una estructura metálica que lo protege de la lluvia y
la nieve durante el mes que va a permanecer expuesto.
Además
de Juan Cercós y José Horreo, en la instalación de este belén han colaborado
Adolfo Barrio, que ha montado la música y la luz; Eloy Aspas, responsable
hidráulico y de la pecera; Antonio Aguilar, Antonio Tortajada, Fernando García,
Joseph Elounadu, José Villarroya, Ramiro Valero y Tino Asensio.
"En
su montaje colaboran cada año más voluntarios", aseguró ayer Blas Sanz.
Los donativos recogidos durante este mes de apertura al público se entregarán a
la Fundación Centro de Solidaridad de Teruel, para colaborar con alguno de sus
proyectos de prevención y desintoxicación de drogadicciones.
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