SENTIMOS
INMENSA ALEGRÍA,
FELICITAMOS
A LA VIRGEN MARÍA EN LA FIESTA DE CUMPLEAÑOS
Fiesta de la Natividad de la bienaventurada Virgen María, de la
estirpe de Abrahán, nacida de la tribu de Judá y de la progenie del rey David,
de la cual nació el Hijo de Dios, hecho hombre por obra del Espíritu Santo,
para liberar a la humanidad de la servidumbre del pecado.
Hoy, fiesta del nacimiento
de la Virgen María, Estrella de la mañana, como la invoca San Bernardo, quiero
poner nombres a constelación celeste que corona a la Mujer vestida de sol y que
tiene a la luna por pedestal, la dispuesta por Dios para ser madre suya.
María es la Inmaculada, la
concebida sin pecado. Dios podía liberar a quien iba a ser madre de su Hijo de
toda mancha de pecado, lo quiso y lo realizó. Ella es la sin-pecado.
María es la colmada de
gracia, la amada de Dios; así la llama el ángel Gabriel como nombre propio, y
esa identidad configura esencialmente la vida de la Nazarena.
María es la mujer creyente,
la que se fía de Dios; así la saluda su prima Isabel: "Dichosa tu, que has
creído". Ella es nuestra madre en la fe.
María es , que abandona su
propio proyecto por el que le revela el Ángel de Dios: "Hágase en mí según
tu Palabra".
María es la madre del Verbo
encarnado: "Concebirás en tu vientre y darás a luz un Hijo", el Hijo
de Dios. Es la madre de Jesús de Nazaret, Dios y hombre verdadero, es también
verdadera Madre de Dios.
María es la contemplativa
por excelencia, ella "guardaba todas estas cosas en su corazón".
Maestra en acoger la Palabra, meditarla y alumbrarla.
María es la mujer
servicial: "Subió deprisa a la montaña a servir a su prima". Ella se
tiene por esclava, servidora del Señor, y de cuantos tengan necesidad de su
ayuda.
María es la mujer
agradecida, sensible a los dones recibidos. No se cree con derechos y reconoce
a quien es la causa de su privilegio: "Proclama mi alma la grandeza del
Señor".
María es mujer solidaria,
sensible, social. La vemos actuar en el marco de una boda de manera
comprometida cuando le dice a su Hijo: "No tienen vino".
María es la mujer fuerte,
no se arredra frente a la dificultad. "Junto a la Cruz estaba María, su
madre".
María es la mujer orante; dialogó con el Ángel, acudió
al templo con angustia buscando a su Hijo, se reunió con los discípulos a la
esperan del don del Espíritu Santo.
María es la mujer ensalzada, gloriosa, colocada junto a
su Hijo en el cielo.
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