Pido a todos los campaneros de nuestros pueblos y de la ciudad, a nuestros curas y a nuestras comunidades católicas, que el domingo 6 de mayo, a las 11 de la mañana, hagan sonar todos los campanarios de nuestra diócesis “a arrebato” y en silencio y oración se convoquen delante de sus iglesias, uniéndose a todos los que se manifiestan en Zaragoza, por la justicia y la esperanza para nuestro pueblo.
Nuestro pensamiento, nuestro grito, ante tanta indiferencia, es uno: RECONVERSIÓN SÍ, ANIQUILACIÓN NO.
+ Antonio Gómez Cantero
Obispo de Teruel y Albarracín
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