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miércoles, 13 de junio de 2018

ACERCA DE LA CONFIRMACIÓN



Catequesis del Papa Francisco acerca de la confirmación:

...El Espíritu es el mismo (cf. I Corintios 12, 4), pero viniendo a nosotros lleva consigo la riqueza de dones: sabiduría, intelecto, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y santo temor de Dios (cf. Rito de la confirmación, nn. 28-29).
Hemos escuchado el pasaje de la Biblia con estos dones que lleva el Espíritu Santo. Según el profeta Isaías (11, 2) estas son las siete virtudes del Espíritu derramadas sobre el Mesías para que cumpla su misión. También san Pablo describe el abundante fruto del Espíritu que es «amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí» (Gálatas 5, 22).
El único Espíritu distribuye los múltiples dones que enriquecen la única Iglesia: es el autor de la diversidad, pero al mismo tiempo el Creador de la unidad. Así el Espíritu da todas estas riquezas que son diversas pero del mismo modo crea la armonía, es decir, la unidad de todas estas riquezas espirituales que tenemos nosotros cristianos...
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Acerca del Corpus Christi en el ángelus.
...Mientras nos nutrimos con el Cuerpo y la Sangre de Cristo, nos asimilamos a Él, recibimos en nosotros su amor, no para retenerlo celosamente, sino para compartirlo con los demás. Esta lógica está inscrita en la eucaristía, recibimos su amor en nosotros y lo compartimos con los demás. Esta es la lógica eucarística. En ella, de hecho, contemplamos a Jesús como pan partido y donado, sangre derramada por nuestra salvación. Es una presencia que, como un fuego, quema en nosotros las actitudes egoístas, nos purifica de la tendencia a dar sólo cuando hemos recibido, y enciende el deseo de hacernos, también nosotros, en unión con Jesús, pan partido y sangre derramada por los hermanos.
Por lo tanto, la fiesta del Corpus Domini es un misterio de atracción y de transformación en Él. Y es escuela de amor concreto, paciente y sacrificado, como Jesús en la cruz. Nos enseña a ser más acogedores y disponibles con quienes están en búsqueda de comprensión, ayuda, aliento y están marginados y solos. La presencia de Jesús vivo en la eucaristía es como una puerta, una puerta abierta entre el templo y el camino, entre la fe y la historia, entre la ciudad de Dios y la ciudad del hombre...

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