En mi parroquia de San León
Magno se celebra hoy las Primeras Comuniones.
No sólo es un momento
especial de gracia para los niños, sino también para sus familias y para las
comunidades parroquiales.
Para el niño que recibe por
primera vez a Jesucristo:
La Eucaristía es un
sacramento eficaz. Al recibirlo hay cambios reales en el niño, aunque
aparentemente nada haya cambiado en él.
Después de recibir la
comunión, el niño se encuentra estrecha e íntimamente unido a Dios que lo ha
llenado de su Gracia.
La presencia de Dios dentro
de él ha hecho que se borren todas las pequeñas faltas e imperfecciones que
haya podido tener después de su confesión y ha recibido las gracias necesarias
para alejarse del pecado mortal.
La Eucaristía además le
facilitará vivir la caridad. Le costará menos trabajo amar a sus padres y
hermanos y le será más fácil comprender, compartir, soportar y agradar a los
demás.
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