LUNES
SAN
JUAN DE ÁVILA, presbítero y doctor de la Iglesia
San Juan de Ávila no hizo
testamento porque afirmó que no tenía nada que dejar, puesto que su pobreza era
suma.
Sin embargo, legó el
testimonio de la santidad de su vida, su predicación ardiente y sus obras
escritos, entre ellas, la más famosa el "Audi filia".
Había nacido en Almodóvar del
Campo en 1499, tras su paso por Salamanca y Alcalá fue ordenado presbítero en
1526 y murió en Montilla (Córdoba) tal día como hoy del año 1569.
Fue una de las personalidades
eclesiásticas más influyentes del "Siglo de Oro" español.
Cuando quería embarcarse para
la misión de la nueva España, el arzobispo de Granada, Pedro Guerreo, le instó:
"Aquí en España, también hay muchos a quienes misionar y evangelizar. ¡Quédese
predicando entre nosotros!".
Fue acusado por la
Inquisición de erasmista y sufrió cárcel.
Se dedicó a evangelizar
principalmente Andalucía, donde un gran número de sacerdotes le seguían,
ayudándole en la administración de los sacramentos y en la catequesis.
Los temas preferidos de su
predicación eran el Espíritu Santo, la Eucaristía y la Virgen María.
Preparaba su oratoria con
largos ratos de oración, a veces noches enteras en vela.
Consiguió, por su predicación
y santidad de vida, innumerables frutos de conversión y contribuyó a la
renovación de la vida cristiana y a la reforma del clero.
Tuvo relación de amistad con
san Ignacio, san Francisco de Borja, san Pedro de Alcántara, san Juan de Ribera
y san Juan de Dios, de quien fue maestro espiritual.
También con Fray Luís de León
y santa Teresa de Jesús, que lloró su muerte.
Fue él quien confirmó la
ortodoxia de la doctrina que la eximia mística escribió en su "Libro de la
Vida".
Es patrono del clero
diocesano español y su fiesta llena de alegría y renueva el ardor apostólico de
los presbíteros de nuestras diócesis.
Se le atribuye con mucho
fundamento la autoría del "Soneto a Cristo Crucificado".
Canonizado por san Pablo VI
en 1970, el Papa Benedicto XVI lo proclamó doctor de la Iglesia universal en
2012.
Por acentuación, se lee del
capítulo 16 de los Hechos el relato de la misión de Pablo en Filipos.
Obsérvese que se redacta en
primera persona del plural como fragmentos de un "diario de viaje"
que Lucas utiliza para escribir su obra.
El texto es perentorio porque
es la primera vez que el Evangelio se proclama en Macedonia, Grecia,
concretamente en la ciudad de Filipos, ya en Europa.
Escuchamos el bello relato
del encuentro con Lidia, la vendedora de púrpura, y su conversión.
La primera cristiana de
Europa.
Las Iglesias ortodoxas
veneran mucho a santa Lidia y le dan el título: "Igual a los
apóstoles".
En el Evangelio, Jesús
promete de nuevo el Espíritu Santo, al cual designa como "Paráclito,
Espíritu de la Verdad, procedente del Padre".
Este Espíritu dará testimonio
de Él, como los discípulos también darán testimonio, no sin el mismo Espíritu
Santo.
No será un testimonio fácil,
ya que deberán darlo expulsados de las sinagogas, es decir, arrancados de sus
raíces religiosas e incluso viendo cómo cuando se les dé muerte sus mismos
compatriotas "pensarán que dan culto a Dios".
Para ellos, todo este
escarnio y violencia no debe ser motivo de escándalo, motivo para perder la fe,
sino considerar y creer firmemente que será su gloria: el martirio es la
identificación suprema con Jesús.
En el texto de los Hechos de
los Apóstoles se lee: "La palabra del Señor se iba difundiendo por la
región" (Hch 12, 24).
La palabra de Dios no se
difunde sola, se difunde gracias a los predicadores que con el fuego del
Espíritu Santo llevan la Palabra de Dios donde sea que van.
En el Evangelio del
"Común de santos y santos" se proclama el texto de Mateo:
"Vosotros sois la luz del mundo" (Mt 5, 13-16).
Los santos, su vida, son la
mejor predicación del Evangelio.
San Juan de Ávila no escondió
la luz de la fe ni de su sacerdocio debajo del celemín, sino que la puso en el
candelero, para iluminar "a todos los
de casa": de esta manera siguió a Jesús, el único pastor, Salmo
responsorial, por las "cañadas oscuras", en horas azarosas de su vida
y en las "verdes praderas" de su ardiente oración.
Texto de las obras de San
Juan de Ávila
"Sacramento de amor y
unión, porque por amor es dado, amor representa y amor obra en nuestras
entrañas... Todo este negocio es amor".
(Sermón 51, 759)
MARTES
El bello relato, que
escuchamos ayer, de la conversión de Lidia y de su familia contrasta con el
texto de hoy.
En Filipos, Pablo y Silas
sufren persecución: son desnudados, azotados con varas, molidos a palos y
encarcelados en la mazmorra, con los pies inmovilizados en el cepo.
En estas condiciones, se da
como una especie de "teofania" en forma de terremoto.
El carcelero, en medio de la
oscuridad, "pidió una lámpara": será también la lámpara de luz de su
fe.
Pablo le dice claramente:
"Cree en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia".
"A aquellas horas de la
noche" el carcelero recibe la instrucción catequética.
Después recibe inmediatamente
el Bautismo, junto con su familia, les prepara una mesa, la Eucaristía, y
celebran una fiesta por haber creído en Dios.
La fe es el motivo de la
fiesta y de la alegría.
Su noche se iluminó con una
nueva luz, la del Señor, como la noche pascual.
El texto del Evangelio de hoy
es complicado teológicamente.
El "iras" de Jesús
no ha de ser motivo de tristeza, sino de alegría.
Porque sólo yéndose puede
enviar el Espíritu Santo.
Por eso les dice: "Os
conviene que me vaya".
El Espíritu revelará al mundo
la injusticia de la muerte del Hijo de Dios.
MIÉRCOLES
Pablo predica el célebre
sermón en el Areópago de Atenas: "A quien veneráis sin conocerlo os lo
anuncio yo".
Y anuncia con pasión e inteligencia,
adaptándose a su mentalidad e incluso citando a un poeta pagano, el misterio
del Dios vivo, creador, "en el cual vivimos, nos movemos y existimos y que
todo hombre, aunque sea a tientas, busca".
La Resurrección de Jesús es
la garantía de la verdad de lo que predica.
Pero cuando escucharon la
palabra "resurrección" se lo tomaron en broma".
Fue un fracaso clamoroso.
Sin embargo, "Dionisio,
el areopagita, Dámaris y otros pocos se le juntaron y creyeron".
La semilla había sido
sembrada.
Es algo realmente
contemporáneo de todos los tiempos que el Apóstol presente el cristianismo como
el cumplimiento de la búsqueda del Dios vivo (Hb 17,27).
Jesús completa, en el Evangelio,
su enseñanza sobre el Espíritu Santo.
Ellos ahora no pueden cargar
con todo lo que el Señor dice, como tampoco podrán cargar con la cruz, pero
"el Espíritu de la verdad los llevará al conocimiento de la verdad
plena".
Ésta no es de orden intelectual
sino existencial: la verdad plena es Dios en la gloria de la Trinidad.
El Espíritu será el pedagogo
y el mistagogo de la Iglesia.
JUEVES
Después de la misión de
Atenas, Pablo se va a Corinto, donde encuentra a Aquila y Priscila, esposos que
habían sido expulsados de Roma por decreto del emperador Claudio.
Pablo pasa el invierno allí y
trabaja en el mismo oficio: "tejedores de lana para tiendas".
Los sábados acudía al culto
de la sinagoga donde quería convencer a los asistentes de que Jesús era el
Mesías.
Los judíos se opusieron
violentamente a su predicación y finalmente, Pablo, los dejó por imposibles y
se fue a vivir a la casa de un pagano, Ticio Justo.
Lo increíble fue la
conversión de Crispo, "el jefe de la sinagoga", con toda su familia.
Otra "ecclesia doméstica"
se origina.
También otros corintos se
convierten a la fe.
Acordémonos que más tarde
Pablo escribirá dos cartas dirigidas a los de Corinto.
Jesús en el Evangelio dice
estas palabras: "Dentro de poco, ya no me veréis, pero dentro de otro poco
me volveréis a ver".
¿Cómo podían entenderlo?
Este "dentro de
poco" va entre el espacio temporal de su muerte, sepultura, y su Resurrección.
También entre la inversión de
la "alegría" y de la "tristeza".
La alegría del mundo se
convertirá en tristeza, y la tristeza de los discípulos se convertirá en
alegría.
Es la alegría de la
resurrección, desbordante y perenne.
VIERNES
SAN
MATÍAS, apóstol
La Iglesia celebra la memoria
de todos los apóstoles, no se olvida de ninguno.
Sabe que son los fundamentos
de la fe.
Matías significa en hebreo
"regalo de Dios".
Clemente de Alejandría, s.
I-II, escribe que fue uno de los 72 discípulos que Jesús envió a la misión.
Lo cierto es que, según el
libro de los Hechos de los Apóstoles, Matías siguió al Señor desde el Bautismo hasta
la Ascensión.
Escogido a suerte por la
comunidad apostólica para suplir a Judas, que había traicionado al Señor,
completó el número de los Doce para significar el nuevo Israel de Dios.
Tanto la Misa como el Oficio
divino están empapados del gozo de la Pascua.
El gozo del Espíritu Santo:
aquel que, el día de Pentecostés, Matías recibió junto con los otros apóstoles.
Como no puede ser otra
manera, en la primera lectura la elección de Matías, según el relato del libro
de los Hechos.
Tenía que completarse el
número de los Doce puesto que había de significarse el nuevo Israel, la
Iglesia.
De entre todos los que habían
sido testigos de la vida del Señor desde el principio, el bautismo en el
Jordán, eligieron a suerte a Matías y así a él le tocó la suerte más grande:
ser apóstol del Señor.
A pesar del método, el
sorteo, su elección es fruto de la oración de la comunidad.
Es el mismo Señor quien
designó a Matías.
Con razón se lee en el
Evangelio: "No sois vosotros quienes me habéis elegido, soy yo quien os he
elegido".
El Salmo 112 se aplica a los
apóstoles y se canta: "El Señor lo sentó con los príncipes de su
pueblo".
Los apóstoles (según Mt 19,
28) participarán en el juicio del Señor.
El nombre de Matías aparece
en la segunda lista de los santos en el Canon romano.
SÁBADO
SAN
ISIDRO LABRADOR
San Isidro fue canonizado en
1622, juntamente con santa Teresa, San Ignacio, San Francisco Javier y San
Felipe Neri.
Fue una canonización célebre.
La memoria del humilde
labrador y pocero se había mantenido en Madrid desde el siglo XI, cuando él
vivió, aún en época mozárabe.
Era un laico cristiano,
casado y hombre de oración.
Es sorprendente que
perviviera la memoria de su santidad siendo de condición pobre.
San Isidro es estimado en el
mundo del campesinado, del que es patrón.
Pablo empieza el tercer viaje
misionero cuya meta es llegar a Éfeso,la gran ciudad del Asia Menor.
En esta ciudad encuentra una
figura notable de cristiano, Apolo.
Un creyente culto y fervoroso
que se distingue en las disputas públicas con los judíos demostrando con la
Escritura que Jesús es el Mesías.
En el Evangelio, Jesús añade
un motivo nuevo, algo que jamás habían oído sus discípulos: desde ahora todo
será pedido al Padre "en nombre suyo".
Desde entonces, las oraciones
litúrgicas que se dirigen al Padre concluirán siempre con el "per
Christum, Dominum Nostrum", ya que el Padre nada puede negar a los que le
invocan en nombre de su Hijo.
La oración litúrgica
cristiana siempre y universalmente es "ad Patrem per Christum in Spiritui
Sancto", "Al Padre por el Hijo en el Espíritu Santo".
Hoy y los dos días feriales
subsiguientes, se canta el Salmo 67: "Se levanta Dios y se dispersan los
enemigos".
Es un Salmo que Pablo cita en
la carta a los Efesios para contemplar la Ascensión del Señor.
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