Grande es la dignidad de Santa Ana por ser la Madre de la Virgen María, predestinada desde toda la eternidad para ser Madre de Dios, la santificada desde su concepción, Virgen sin mancilla y mediadora de todas las gracias. Nieto de Santa Ana fue el hijo de Dios hecho hombre, el Mesías, el Deseado de las naciones. María es el fundamento de la gloria y poder de Santa Ana a la vez que es gloria y corona de su madre.
La santidad de Santa Ana es
tan grande por las muchas gracias que Dios le concedió. Su nombre significa
"gracia". Dios la preparó con magníficos dones y gracias. Como las
obras de Dios son perfectas, era lógico que Él la hiciese madre digna de la
criatura más pura, superior en santidad a toda criatura e inferior solo a Dios.
Santa Ana tenía celo por
hacer obras buenas y esforzarse en la virtud. Amaba a Dios sinceramente y se
sometió a su santa voluntad en todos los sufrimientos, como fue su esterilidad
por veinte años, según cuenta la tradición. Esposa y madre fue fiel cumplidora
de sus deberes para con el esposo y su encantadora hija María.
Muy grande es el poder
intercesor de Santa Ana. Ciertamente santa amiga de Dios, distinguida sobre
todo por ser la abuela de Jesús en cuanto Hombre.
La Santísima Trinidad le
concederá sus peticiones: el Padre, para quien ella gestó, cuidó y educó a su
hija predilecta; el Hijo, a quien le dió madre; el Espíritu Santo, cuya esposa
educó con tan gran solicitud.
Esta Santa privilegiada
sobresale en mérito y gloria, cercana al Verbo encarnado y a sus Santísima
Madre. Sin duda que Santa Ana tiene mucho poder ante Dios. La madre de la Reina
del Cielo, que es poderosa por su intercesión y Madre de misericordia, es
también llena de poder y de misericordia.
Tenemos muchos motivos para
escoger a Santa Ana como nuestra intercesora ante Dios. Como abuela de Jesucristo,
nuestro hermano según la carne, es también nuestra abuela y nos ama a nosotros
sus nietos. Nos ama mucho porque su nieto Jesús murió por nuestra salvación y
María, su hija, fue proclamada Madre nuestra bajo la Cruz. Nos ama de verdad en
atención a las dos Personas que ella amó más en esta vida: a Jesús y a María.
Si su amor es tan grande su intercesión no será menos. Debemos, por tanto
acudir a ella con tal confianza en nuestras necesidades. No hay la menor duda
de que esto agrada a Jesús y a María, quienes la amaron tan profundamente. Se
celebra la fiesta de Santa Ana el 26 de julio.
La Palabra de Dios
El logrará la bendición de
Yahveh, la justicia del Dios de su salvación. Sal 24, 5
«¡Pero dichosos vuestros
ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen!
Pues os aseguro que muchos
profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron, y oír
lo que vosotros oís, pero no lo oyeron. Mt 13, 16-17
Oraciones propias de la
Novena
Gloriosa Santa Ana, quiero
honrarte con especial devoción. Te escojo, después de la Santísima Virgen, por
mi madre espiritual y protectora. Te encomiendo mi alma y mi cuerpo, todos mis
intereses: espirituales y temporales y los de mi familia.
Te consagro mi mente, para
que en todo se guíe por la luz de la fe; para que se conserve puro y lleno de
amor a Jesús, a María, a José y a ti misma; mi voluntad para que, como la tuya,
este siempre conforme con la de Dios.
Buenísima Santa Ana,
desbordante de amor para cuantos te invocan y de compasión con los que sufren.
Confiadamente pongo ante ti la necesidad de que me concedas están gracia en
particular (mencione el favor que desea)
Te suplico recomiendes mi
petición a tu Hija, la Santísima Virgen María, para que ambas, María y tu, la
presentéis a Jesús. Por tu valiosa intercesión sea cumplido mi deseo.
Pero si lo que pido no fuere
voluntad de Dios, obténme lo que sea de mayor bien para mi alma. Por el poder y
gracia con que Dios te ha bendecido dame una mano y ayúdame.
Te pido sobre todo,
misericordiosísima Santa Ana, me ayudes a dominar mis malas inclinaciones de mi
estado de vida y de practicar las virtudes que sean más necesarias para mi
salvación.
Como tú, haz que yo logre por
el perfecto amor a Dios ser para El en vida y en muerte. Que después de haberte
amado y honrado en la tierra con verdadera devoción de hijo pueda, por tus
oraciones, tener el privilegio de amarte y honrarte en el Cielo con los ángeles
y Santos por toda la eternidad.
Bondadosísima Santa Ana,
madre de aquella que es nuestra vida, muestra tu dulzura y dame esperanza,
intercede ante tu Hija, para que yo alcance la paz.
Memorare a Santa Ana
Ana, María y niño recuerda, gloriosa Santa
Ana, pues tu nombre significa gracia y misericordia, que nunca se ha oído decir
que uno solo de cuantos se acogieron a tu protección o han implorado tu auxilio
y buscado tu intercesión hayan sido desamparados.
Yo, pecador, animado de tal
confianza, acudo a ti, santa madre de la Inmaculada Virgen María y encantadora
abuela del Salvador. No rechaces mi petición, antes bien escucha y accede a mis
ruegos. Amén
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