Bendito
seas, Jesús, Dios de misericordia infinita,
imagen
del Padre, encarnación de su bondad.
Desde
el fondo de mi ser te bendigo, Señor,
y
recuerdo siempre tus muchos beneficios.
Dios
Padre Bueno y Misericordioso,
te
damos Gracias porque Tú nos enseñas
a
ser generosos de corazón con todos,
y
a compartir lo que tenemos y lo que somos.
Dios
Padre Bueno, ten Misericordia de nosotros
y
no nos dejes caer en la tentación del egoísmo,
ni
del falso prestigio que humilla a los demás
y
que desea estar por encima de todos.
Ayúdanos
Tú, Dios nuestro, a seguirte siempre
y
a ser fieles discípulos tuyos, por amor a Ti,
para
estar dispuesto a darlo todo por Ti,
y
para que todos te conozcan, te amen y alaben.
Ayúdanos
a ser siempre agradecidos contigo,
y
a saber reconocer todo lo bueno que Tú nos das,
para
no dejarnos atar nunca por nada ni por nadie
que
intenten alejarnos de Ti y de tu infinito Amor.
Dios
Bueno, ten Misericordia de nosotros, y acoge
nuestra
ofrenda a Ti, al entregarte nuestro tiempo,
nuestra
Oración y nuestro cariño a cada hermano.
Ayúdanos,
Padre, a saber compartir con los demás
todos
nuestros bienes materiales, lo que somos,
y
todo el amor y cualidades que recibimos de Ti.
Te
damos Gracias, Dios Padre Bueno Misericordioso,
porque
Tú no llamas hoy, de nuevo, a seguirte a Ti
y
a ser solidarios, trabajando por un mundo más justo.
Haznos
contemplar a las personas sencillas y humildes
para
aprender de ellas a ser mejores personas
y
a ser cada día buenos y fieles discípulos tuyos.
Dios
Padre nuestro, ten Misericordia de nosotros
y
ábrenos Tú nuestro corazón, para lograr verte
en
cada hermano nuestro débil, frágil o necesitado,
para
que así nuestro corazón se llene de Ti
y
de la gratuidad del Amor verdadero que Tú nos das.
Te
damos Gracias, Dios Bueno y Misericordioso,
porque
nos invitas a mirar como Tú lo haces,
para
no juzgar a los demás ni mirar las apariencias,
sino
para ver siempre el corazón de cada persona.
Amén.
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