SAN VICENTE DE PAÚL

 

El Consejo General ha constatado que existían grandes diferencias en las cifras presentadas oficialmente. Si la ONU reconocía 193 países en el mundo, el Comité internacional Olímpico cuenta 206, mientras que la FIFA (para los aficionados al fútbol) enumera 211. Algunos observadores, que consideran “artificial” la lista de la ONU por estar alejada de las especificidades territoriales, estiman incluso que, en realidad, ¡existen 324 países por todo el mundo! De hecho, esta cifra varía según los criterios políticos y sociales en los que cada uno se basa para definir lo que es un “país” o una “nación”. Sin embargo, en este ámbito las apreciaciones son divergentes. Las distintas listas que se nos propone tienen todas sus ventajas y sus inconvenientes. No obstante, están establecidas basándose en los criterios propios de cada institución.

Debido a que ninguna de estas listas era plenamente satisfactoria para la Sociedad de San Vicente de Paúl (si seguimos los criterios de la ONU, por ejemplo, directamente no se tiene en cuenta varios de nuestros territorios), el Consejo General ha optado por no basarse en listas existentes y comunicar su propia lista de países Vicentinos siguiendo así la tradición de los orígenes.

Los países o naciones que, en aras a la claridad, llamaremos “territorios Vicentinos”, son esas entidades Vicentinas que se han constituido a lo largo de los tiempos por razones ligadas a la historia, la cultura, el propio desarrollo de la asociación en el país. El “territorio Vicentino” no coincide sistemáticamente con el “territorio nacional”.

“La caridad no debería nunca mirar hacia atrás, sino siempre hacia adelante, porque el número de sus buenas obras pasadas siempre es muy pequeño, y las miserias presentes y futuras que tiene que aliviar son infinitas”.

Por tanto, la tarea sigue siendo inmensa: tantos corazones para consolar en el mundo, tantas personas que lo ignoran todo del camino de santidad propuesto por las Conferencias: servir y encontrar a Dios mediante la práctica de las obras de caridad, de misericordia y de evangelización.

El Presidente General y todo su equipo de responsables internacionales prosiguen con fervor su misión de “desarrollar la Sociedad en el mundo entero” consolidando las estructuras existentes, re-dinamizando a los más débiles, e introduciendo la Sociedad en nuevos países.

Y es que la Sociedad de San Vicente de Paúl sólo tiene un deseo: ¡que Jesús, pobre y sufriente, oculto en nuestros hermanos desfavorecidos del mundo entero, sea más servido y amado!

“¡No a nosotros, Señor, no a nosotros, sino a tu nombre da Gloria!” Salmo 115”